Amigo de publicanos
Autor: Esteban Gumucio / Tita Munita
Disco: Tú, mi hermano
Gm
1. Señor de los afligidos
Eb D7
Salvador de pecadores;
Gm
mientras aquellos señores
Bb
de solemnes encintados;
F
llevan al Templo sus dones
Gm Eb Gm
con larga cara de honrados;
Dm7 Cm7
ay que me gusta escucharte
Eb
cuando les dices: "la viuda
Bb
con su moneda chiquita
G7 Cm7
ha dado más que vosotros;
Am7 D7
porque ha entregado su vida".
2. Señor de las magdalenas,
Pastor de samaritanos,
buscador de perlas finas
perdidas en los pantanos,
cómo te quedas mirando
con infinita tristeza,
al joven que te buscaba
y cabizbajo se aleja
por quedar con su dinero.
Ay, que difícil que pase
por esta aguja un camello.
3. Amigo de los humildes,
confidente de los niños,
entre rudos pescadores
escoges a tus ministros
parece que todo fuera
en tu Evangelio sorpresa.
Dices: "felices los mansos
y los que sufren pobreza,
benditos son los que lloran,
los sedientos de justicia,
dichosos cuando os maldigan".
4. “Es hijo de los demonios”
los fariseos decían;
“se mezcla con los leprosos
y con mujeres perdidas,
el sábado no respeta
¿dónde vamos a parar?
Si ha decidido sanar
a toda clase de gente,
es un hombre subversivo
entre tanta confusión
yo me quedo con lo antiguo”.
5. Ellos miraban al cielo
y Tú mirabas al hombre,
cuando apartado en el monte
te entregabas a la oración,
sólo buscabas a Dios
a tu Padre Santo y Justo.
En el secreto nombrabas
para que Tú los sanaras,
al hombre uno por uno,
y lo que el barro manchaba
tus ojos lo hicieran puro.
Disco: Tú, mi hermano
Gm
1. Señor de los afligidos
Eb D7
Salvador de pecadores;
Gm
mientras aquellos señores
Bb
de solemnes encintados;
F
llevan al Templo sus dones
Gm Eb Gm
con larga cara de honrados;
Dm7 Cm7
ay que me gusta escucharte
Eb
cuando les dices: "la viuda
Bb
con su moneda chiquita
G7 Cm7
ha dado más que vosotros;
Am7 D7
porque ha entregado su vida".
2. Señor de las magdalenas,
Pastor de samaritanos,
buscador de perlas finas
perdidas en los pantanos,
cómo te quedas mirando
con infinita tristeza,
al joven que te buscaba
y cabizbajo se aleja
por quedar con su dinero.
Ay, que difícil que pase
por esta aguja un camello.
3. Amigo de los humildes,
confidente de los niños,
entre rudos pescadores
escoges a tus ministros
parece que todo fuera
en tu Evangelio sorpresa.
Dices: "felices los mansos
y los que sufren pobreza,
benditos son los que lloran,
los sedientos de justicia,
dichosos cuando os maldigan".
4. “Es hijo de los demonios”
los fariseos decían;
“se mezcla con los leprosos
y con mujeres perdidas,
el sábado no respeta
¿dónde vamos a parar?
Si ha decidido sanar
a toda clase de gente,
es un hombre subversivo
entre tanta confusión
yo me quedo con lo antiguo”.
5. Ellos miraban al cielo
y Tú mirabas al hombre,
cuando apartado en el monte
te entregabas a la oración,
sólo buscabas a Dios
a tu Padre Santo y Justo.
En el secreto nombrabas
para que Tú los sanaras,
al hombre uno por uno,
y lo que el barro manchaba
tus ojos lo hicieran puro.
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