María de mi niñez
Autor: Padre Zezinho
Disco: Estoy pensando en Dios
D A7
1. Cuando era pequeño, muy pequeño,
D
recuerdo que siempre junto a mi cama;
D7 G
juntaba las manos y de prisa rezaba,
A7 D
mas rezaba como quien amaba.
Las avemarías yo rezaba,
y siempre comía unas palabras;
y a veces cansado me quedaba dormido,
mas dormía como quien amaba.
D G
Ave María, de mi Señor,
A D
el tiempo pasa, no vuelve atrás;
G
siento nostalgia de aquellos días,
A D
cuando dormía pensando en Ti.
G
Ave María, Madre de Dios,
A D
ave María, Madre de Dios.
2. Después fui creciendo, fui creciendo,
y eché en el olvido mis oraciones;
llegaba a mi casa disgustado y cansado,
y de hablarte nunca me acordaba.
Anduve dudando, hoy recuerdo,
de cosas divinas que me enseñaban;
en mí estaba muerto aquel niño inocente,
mis caminos, de Ti, se alejaban.
3. Tu amor es muy grande, no se acaba,
la Madre no olvida al que se marcha;
hoy llego a mi casa disgustado y cansado,
pero rezo como ayer rezaba.
Las mismas palabras que ahora rezo,
a veces olvido y hasta me duermo;
no importa dormirse sin rezar lo debido,
pues está mi corazón contigo.
Disco: Estoy pensando en Dios
D A7
1. Cuando era pequeño, muy pequeño,
D
recuerdo que siempre junto a mi cama;
D7 G
juntaba las manos y de prisa rezaba,
A7 D
mas rezaba como quien amaba.
Las avemarías yo rezaba,
y siempre comía unas palabras;
y a veces cansado me quedaba dormido,
mas dormía como quien amaba.
D G
Ave María, de mi Señor,
A D
el tiempo pasa, no vuelve atrás;
G
siento nostalgia de aquellos días,
A D
cuando dormía pensando en Ti.
G
Ave María, Madre de Dios,
A D
ave María, Madre de Dios.
2. Después fui creciendo, fui creciendo,
y eché en el olvido mis oraciones;
llegaba a mi casa disgustado y cansado,
y de hablarte nunca me acordaba.
Anduve dudando, hoy recuerdo,
de cosas divinas que me enseñaban;
en mí estaba muerto aquel niño inocente,
mis caminos, de Ti, se alejaban.
3. Tu amor es muy grande, no se acaba,
la Madre no olvida al que se marcha;
hoy llego a mi casa disgustado y cansado,
pero rezo como ayer rezaba.
Las mismas palabras que ahora rezo,
a veces olvido y hasta me duermo;
no importa dormirse sin rezar lo debido,
pues está mi corazón contigo.
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