Danos siempre de este Pan
Autor: Néstor Gallego
Disco: En el Nombre de Dios
F C7 Dm F
Danos siempre de este Pan,
Bb D7 Gm
que nos une en comunión,
Bb Bbm F Dm
Pan de vida y esperanza,
Gm C7 F F7
verdadero pan de Dios;
Bb Bbm F Dm
Pan de vida y esperanza,
Gm C7 F A7
verdadero pan de Dios.
Dm
1. Somos todos invitados,
Am
a la Mesa del Señor;
Bb
donde Él mismo se ha entregado,
Eb C7
para darse en comunión.
Comeremos de su Carne,
que nos une en amistad;
beberemos de su Sangre,
con sabor de eternidad.
2. Como granos de la espiga,
que se han hecho un solo Pan;
estrechemos nuestras vidas,
y busquemos la unidad.
Todos nuestros sentimientos,
sean solo para Dios;
que seamos instrumentos,
en las manos del Señor.
3. Este Pan que compartimos,
y este Cáliz de amistad;
son también un anticipo,
del Banquete celestial.
Mientras tanto como Iglesia,
caminamos hacia Dios;
esperando la venida,
que Jesús nos prometió.
4. El Señor nos ha elegido,
y en la Cruz nos redimió;
con los brazos extendidos,
por nosotros se entregó.
Ojalá que en esta vida,
no perdamos la ilusión;
de entregarnos sin medida,
como Dios nos enseñó.
Disco: En el Nombre de Dios
F C7 Dm F
Danos siempre de este Pan,
Bb D7 Gm
que nos une en comunión,
Bb Bbm F Dm
Pan de vida y esperanza,
Gm C7 F F7
verdadero pan de Dios;
Bb Bbm F Dm
Pan de vida y esperanza,
Gm C7 F A7
verdadero pan de Dios.
Dm
1. Somos todos invitados,
Am
a la Mesa del Señor;
Bb
donde Él mismo se ha entregado,
Eb C7
para darse en comunión.
Comeremos de su Carne,
que nos une en amistad;
beberemos de su Sangre,
con sabor de eternidad.
2. Como granos de la espiga,
que se han hecho un solo Pan;
estrechemos nuestras vidas,
y busquemos la unidad.
Todos nuestros sentimientos,
sean solo para Dios;
que seamos instrumentos,
en las manos del Señor.
3. Este Pan que compartimos,
y este Cáliz de amistad;
son también un anticipo,
del Banquete celestial.
Mientras tanto como Iglesia,
caminamos hacia Dios;
esperando la venida,
que Jesús nos prometió.
4. El Señor nos ha elegido,
y en la Cruz nos redimió;
con los brazos extendidos,
por nosotros se entregó.
Ojalá que en esta vida,
no perdamos la ilusión;
de entregarnos sin medida,
como Dios nos enseñó.
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